EL DOLOR Y LA MUERTE COBRAN NUEVAS VÍCTIMAS EN LOS CALABOZOS VENEZOLANOS: exigen fe de vida de militares y presos políticos, condenados a una muerte lenta, torturas y aislamiento. Disolver la tiranía, único camino para acabar con el sistema represivo cubano en Venezuela. Oferta de libertad a cambio de sumisión, trampa de distracción.

DISOLVER LA TIRANÍA
ÚNICO CAMINO A LA LIBERTAD
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Nilson Agustín Caraballo Rosario

“Príncipe del Amor”

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Martes 29 de mayo del 2018

(De acuerdo a la hora de Venezuela)

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Mientras el dolor y la muerte han cobrado nuevas víctimas en el interior de los oscuros calabozos del sistema represivo cubano en Venezuela, en las afueras de los centros de tortura los familiares de los presos políticos continúan su vigilia, en espera de que se les permita comunicarse con sus seres queridos, denunció Patricia Ceballos, esposa del alcalde Daniel Ceballos.

La antigua tiranía sexagenaria ha prometido liberar a todos los presos políticos que no sean culpables de homicidio. Esta oferta tiene la intención de retrasar el ímpetu subversivo después de un simulacro electoral y desviar la atención hacia los presos de vieja data, mientras continúa el desmantelamiento de la Fuerza Armada Nacional, a favor de los colonizadores cubanos. Pero los militares han encontrado una vía para la insurrección y ha estallado la rebelión.

En estas circunstancias, el régimen anuncia que podría liberar a los presos políticos que ya han sufrido en sus mentes y en sus cuerpos el efecto, con frecuencia irreversible, de las prolongadas torturas, durante años de cautiverio.

Este domingo 27 de mayo 101 altos militares de Venezuela fueron “trasladados a Cuba en un vuelo especial”, sumándose así a los otros 100 oficiales detenidos en centros de tortura en Venezuela.

Familiares, abogados y defensores de los derechos humanos no deben caer en la trampa de distracción tendida por la antigua serpiente homicida, pues la muerte impera en el oscuro mundo del terror, impuesto por el sistema represivo cubano.

FE DE VIDA ES LA PRIMERA EXIGENCIA

Los disidentes del régimen cubano y sus colaboradores en Venezuela siguen incomunicados, no se les proporciona comida durante largos periodos y después son forzados a consumir alimentos en estado de putrefacción. Ellos sufren torturas físicas y psicológicas. Son sometidos a descargas eléctricas en la planta de los pies y en los testículos. Víctimas de violación sexual con hierros o la punta de los fusiles. Se les niega asistencia médica. Son golpeados cada cierto tiempo. No reciben la luz del Sol.

Horripilantes centros de torturas, cuya descripción recuerda algunas escenas del Infierno de Dante. El Foro Penal Venezolano ha denunciado con lujo de detalles, las más atroces violaciones a los Derechos Fundamentales del Ser Humano:

Entre estos presos emblemáticos, Vasco da Costa, José Luis Santamaría y el diputado Gilber Caro.

Sobre esto ya se ha publicado y la situación no ha cambiado, porque después que el régimen cubano o pro cubano negoció con Estados Unidos la liberación del presunto espía norteamericano Joshua Holt, misionero de la iglesia cristiana-mormón, las autoridades  penitenciarias también liberaron algunos presos políticos del Estado Zulia, pero intensificaron la represión contra los miembros de la majestuosa Fuerza Armada Nacional Bolivariana y los civiles disidentes.

Esta semana inició con un balance de 335 presos políticos, según el Foro Penal Venezolano, alrededor de 100 son oficiales de la Fuerza Armada, pero recuerden que otros disidentes han sido encarcelados bajo acusaciones de delitos comunes o han sido “desaparecidos” o asesinados.

Hébert Ramírez, activista del Congreso Nacional de Juventudes,
secuestrado por el régimen el viernes 23 de mayo del 2018.

El viernes 23 de mayo fueron secuestrados por el régimen otros dos jóvenes, miembros del Congreso Nacional de Juventudes: Hébert Ortiz y Yosman Ramírez, el primero de ellos líder del movimiento, capturado cuando se dirigía a ofrecer una rueda de prensa en la Plaza Alfredo Sadel, de Caracas. 

Yorman Ortiz, uno de los líderes del Congreso Nacional
de Juventudes, desaparecido el 23 de mayo del 2018.

Casi tres días después de la desaparición de estos activistas de la disidencia, fueron ubicados en los calabozos del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebín). Se teme por sus vidas.

Es indispensable trabajar por la libertad, pero con criterio claro, firme y sostenido, porque la muerte ha establecido su imperio en los dantescos calabozos del sistema represivo cubano en Venezuela. Y expulsar al monstruo homicida es el único camino para disolver su reino del terror.

AMIGOS, FORTALÉZCANSE:

AMANECERÁ Y VEREMOS.

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