jueves, 28 de junio de 2018

Liberada Capitán de Navío Emmy Da Costa después de prolongadas torturas

DESCONOCEMOS EL PARADERO DE SU HIJO
Y DEL DOCTOR MARULANDA
-
Nilson Agustín Caraballo Rosario
“Príncipe del Amor”
<>    
Jueves 28  de junio del 2018
(Según la hora local de Venezuela)
*
Las fotos de la izquierda corresponden a imágenes filtradas
del cautiverio de la Capitán de Navío Emmy Da Costa a la derecha,
fotos de la oficial antes de ser torturada. Fuente Twitter. 



















La Capitán de Navío Emmy Da Costa, secuestrada desde el 26 de mayo del 2018, habría sido liberada, después de sufrir horribles torturas, informaron hoy usuarios de Twitter.

Las fotos más recientes de esta alta funcionaria de la Marina de Guerra la muestran severamente golpeada durante su cautiverio, la sangre corre desde su boca y nariz y mancha los hombros de su chaqueta deportiva y quizá también el pantalón.

La oficial de la Armada Venezolana, fue secuestrada por los agentes del régimen en Venezuela, junto con su hijo, Carlos Armas, hecho por el que fue responsabilizada la Dirección de Contra-Inteligencia Militar (Dgcim).


Hematomas y sangre en su rostro, las manos de
color verdoso y atadas para poder torturarla... 
Todo evidencia el prolongado sufrimiento. Las fotos
fueron tomadas desde arriba para mostrarla humillada,
pero se nota que esta gran mujer conserva el control
de su propia mente, su fuerza y su dignidad. 






























Previamente  la Dgcim había detenido al médico cirujano colombo-venezolano, Doctor José Alberto Marulanda Bedoya, a quien también le dañaron los nervios de las muñecas y el sistema auditivo y ha sido víctima de otras terribles torturas. El brillante traumatólogo mantenía una relación sentimental con la capitán de navío, por cuyo motivo fue arrestado.


Se observa sangre en el rostro de la capitán de navío
y una mano que la sostiene por el cabello para obligarla
a mostrar la cara


































El parte añade que ya Emmy Da Costa se encuentra fuera del país.

En días previos se denunció que la capitán de navío habría sido violada y severamente golpeada. Hoy sólo tenemos las imágenes, donde la vemos con las manos atadas y hematomas en el rostro, sangrando por la boca y la nariz, vestida con una chaqueta manchada en su propia sangre y en su rostro las huellas de haber sido sometida a un trato cruel e inhumano, durante todo un mes de desaparición forzada. 

Pero todavía se desconoce la suerte de un centenar de militares venezolanos, aislados en los calabozos del llanto, la injusticia y el horror, parte del sistema represivo de la más antigua tiranía del hemisferio occidental.


AMIGOS, FORTALÉZCANSE:
AMANECERÁ Y VEREMOS.
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